Por El diseñador de interiores canadiense basado en Nueva York también es un apasionado por los espacios aerodinámicos, clásicos; además, es dueño de su propia firma de diseño. «La arquitectura es lo que marca el tono y te dice lo que tienes que hacer con un espacio», afirma.
«Mi marca de diseño de interiores es una combinación de influencias pasadas y presentes. Gran parte de mi trabajo se caracteriza por influencias francesas subrayadas por una interpretación estadounidense contemporánea».
Es un amante de los patrones, los espacios coloridos, los estampados y las texturas, los cuales usa constantemente con el objetivo de hacer de lo tradicional algo fresco y renovado, y de crear espacios clásicos optimizados. Agrega que uno de los pasos más importantes a seguir en el diseño de interiores es el de lograr ser siempre estar en concordancia con el entorno, y que la vibra que transmita sea afín al mismo, sin importar su localización.
«El haber crecido en Montreal influyó muchísimo en mi diseño estético. Montreal es un espacio único con una arquitectura singular que exterioriza tanto el estilo francés como el estilo británico; los dos, a menudo, se unen para enriquecerse mutuamente. Por supuesto, las personas en Montreal también son elegantes, tanto en su sentido de la moda como en la decoración de su hogar. Todas estas influencias tempranas son las que claramente han influido en mi trabajo y en mi forma de concebir el diseño de interiores».
«Intento evitar seguir las tendencias y hacer que mis decisiones en el diseño de interiores estén más estructuradas en torno a contextos históricos y precedentes arquitectónicos».
El segmento del mercado al cual se dedica es residencias de gama alta, en las cuales se hace evidente su gran afición al diseño vintage y al uso de piezas únicas: por esta razón, evita comprar piezas ya exhibidas o expuestas. «Muchos de mis clientes aprecian el nivel de estratificación que tiendo a infundir en mis proyectos, lo que ayuda a comunicar un ambiente hogareño adaptado a ese individuo».
«Para mí, la inspiración se puede encontrar en cualquier cosa que sea única e interesante, desde objetos que se encuentran en el mundo natural, como flores y árboles, hasta productos altamente industrializados hechos por el hombre. Siempre encuentro inspiración en casi cualquier cosa».
Entre sus metas está escribir un libro para publicar su trabajo, el cual pretende inyectarle color al diseño de interiores desde su ciudad actual, Nueva York: ‘’La clientela de Nueva York tiende a querer todo rápidamente, quiere que el trabajo se haga de manera eficiente, y evita artículos que tengan un largo tiempo de espera. Los clientes de la ciudad de Nueva York también están buscando lo mejor en términos de calidad de productos y servicios de sus diseñadores, y rara vez se conforman con menos’’.
Hoy en día, sus proyectos están en todo el mundo, en lugares como Dubai, Londres, París, Palm Beach y Miami.
«Durante la Universidad, los artistas que más admiraba eran los grandes del diseño como Billy Baldwin, Mark Hampton y Albert Hadley, por nombrar algunos».
El grupo de diseño liderado por Garrow trabaja de la mano de carpinteros y tapiceros personalizados que crean muebles adaptados a cada interior y su correspondiente ambiente. Igualmente, también cuenta con la colaboración de consultores de arte para mantenerse al tanto de las más recientes tendencias.
«Una de mis actividades favoritas es llevar a mis clientes a comprar en los mercadillos de París, donde trabajamos con una gran cantidad de anticuarios y vendedores de iluminación. Disfruto especialmente curando arte cuando se presenta la oportunidad».
«La extensa cartera de trabajo de la compañía ha sido ampliamente presentada en revistas nacionales e internacionales como House Beautiful, Traditional Home, New York Spaces y Architectural Digest».
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