Por Bajo el manto celeste, transcurren nuestras vidas cobijadas por la inmensidad azul con miles de tonalidades que nos mira desde arriba, que cubre un sin fin de nacionalidades, creencias, religiones, continentes, razas, naturaleza, mares, personas y animales, así como también cada una de nuestras acciones. Nos observa en silencio, sin juzgar, sin rechazar, no maltrata, no impone, no nos priva absolutamente de nada. El cielo nos permite ser quien somos, nos da eso a lo algunos nos hemos acostumbrado, otros no conocen, aquello que otros temen y a lo que otros creen que tienen derecho a robar: libertad, la llaman. Hace parte de un todo del que quizás no estamos muy conscientes en el día a día; en nuestros sentidos, en la capacidad de sentir, de intuir, de amar, de concebir pensamientos, de ser personas, de sentir el aire, de apreciar las ramas de los arboles moviéndose en una danza al ritmo del viento… Y a pesar de su presencia constante, es a la libertad a la que tantas veces le robamos su voz.
En los momentos en los que la subestimamos y creemos que siempre estará ahí, es cuando su fuerza misma nos demuestra que debemos cuidarla, protegerla y hacerla respetar. La historia cuenta con innumerables argumentos que demuestran las trasgresiones a las libertades y lo que puede despertar esas trasgresiones. ¿Por qué, por ejemplo, hay situaciones en las que personas arrebatan la libertad de las mujeres? Al no permitirles ser quienes son, al intentar borrar sus sonrisas y su valor, al destruir su autoestima, están interrumpiendo el curso natural de la libertad en el mundo. Al hacer sentir a una mujer que no tiene voz, que no hay nadie escuchándola y al negarle su libertad, es cuando surge una duda importante: ¿el significado de libertad cambiaría para las personas si entendiéramos que no está garantizada?
La pintora nacida en Escocia establecida en Londres, Caroline Walker, ha dedicado su carrera artística a documentar mujeres que trabajan en bares, hoteles, cocinas, oficinas, bares de uñas, peluquerías, sastres y otros espacios, expresando a través de sus obra una atmósfera introspectiva de realismo y serenidad. Posterior a su colaboración con la organización benéfica Women for Refugee Women y haber tenido el chance de registrar a mujeres de diferentes partes del mundo que buscan refugio en el Reino Unido, le brindó una nueva perspectiva acerca de la invisibilidad de aquellas mujeres a quienes pasamos por alto a nuestro alrededor. De ahí su inclinación hacia las mujeres que trabajan en la industria de servicios, en particular en ventas minorista, hotelería y limpieza – profesiones a menudo dominadas por una fuerza laboral femenina- y su interés por la forma en la que estas industria vuelven a las mujeres parte del telón de fondo o las hace invisibles por completo.
“Levanto mi voz, no para poder gritar, sino para que aquellos que no tienen voz sean escuchados…. No todos podemos tener éxito cuando la mitad de nosotros estamos inmovilizados”.
Malala Yousafzai.
Cuando elegimos trabajar de manera colectiva y teniendo como objetivo hacer un llamado a los jóvenes por medio de artes creativas como la moda, herramienta integral y universal al crear conciencia y promover la acción, conseguimos influir y empoderar a las mujeres y abrimos el debate sobre actitudes y comportamientos que pueden conducir a la violencia de género.
“Hoy te llevaré hacia el interior de mis sentimientos, al lado oculto del corazón. Mi voz hambrienta no tiene miedo de cantar por siempre mi libertad”.
Este verso bosqueja la colección titulada Libertad del diseñador Diego Guarnizo junto a la fundación AVON para la mujer, la cual abrió la feria de moda más importante de Colombia, Colombiamoda 2020. Las estrofas de la composición poética completa fueron interpretada por la actriz y cantante de Monsieur Periné, Catalina García: “Siento la necesidad de contar quien soy para no morir, para no olvidar que la vida es un pequeño soplo de libertad. Que el dolor existe y con amor lo voy a curar”.
Al tener la facilidad de realizar tres viajes de ida y vuelta a la luna y más de setenta mil kilómetro desde el Polo Norte hasta el Polo Sur, las golondrinas son espejo de la libertad y el sello impreso que el diseñador tolimense eligió para las prendas que compusieron su colección. A través de su colección, quiere establecer la importancia y transcendencia de evitar, detener y frenar cada acción posible de violencia hacia las mujeres, a la vez que alienta a todas las mujeres a volver a alzar el vuelo.
¿Qué piensas?