Cristina Montoya, el verdadero desafío para cambiar tu estilo de vida viene del interior

“Las batallas se libran fuera, pero se ganan dentro”: esta es una cita anónima tan contundente como liberadora. En un mundo marcado por una incesante metamorfosis, en el que todo está en constante cambio y evolución, en el que existen tan pocas certezas y seguridades, es maravilloso recordar que siempre tenemos el control de las situaciones y de nuestro estilo de vida. Y no lo digo en el sentido literal de la expresión; creo que estaremos de acuerdo en que en la vida todo puede suceder. Me refiero a que un porcentaje muy pequeño de nuestras experiencias es marcado por lo que nos sucede en el exterior, y uno mucho mayor por la manera como lo interpretamos y decidimos reaccionar.

¡Qué alegría tener el poder de elegir nuestra realidad, de liberarnos de la antigua creencia de que somos un objeto pasivo en un Universo adverso, y volvernos protagonistas de nuestras cotidianidades! Es tener la claridad de que todo empieza y termina por nosotros mismos, así que, si queremos un cambio, es necesario que este surja de nuestro interior. ¡Qué bueno saber que no dependemos de terceros, sino que nosotros mismos podemos elegir el ritmo y el estilo de vida que queremos para nuestra vida!

Por tanto, el propósito es pensar, sentir y hacer de manera coherente con lo que deseo para mí. La manera como percibo el mundo, las palabras que uso para describirlo, se reflejarán en mis reacciones y le darán forma a mi realidad. ¿Has visto cómo de la misma historia hay tantas versiones como personas que la cuentan? Es aprovechar la maleabilidad de las “verdades”. El pasado no es como sucedió, sino cómo lo recordamos. El futuro será como lo imaginemos y lo que decidamos sembrar para cosechar ese sueño de estilo de vida que anhelamos.

Libraremos muchas batallas externas para lograr muchos aprendizajes internos que se aplicarán al estilo de vida individual: por eso, la invitación es a hacer una revolución interior para lograr que cada una de ellas valga ser vivida. ¡Qué lástima tantos retos perdidos que no dejan sino el desgaste! Hoy la apuesta es a que, sin importar lo que nos traiga el destino, sacaremos lo mejor, y hallaremos la satisfacción de ser cada día más fuertes y conscientes.